Desde el momento de mi nacimiento, la vida me planteó un desafío extraordinario: una anomalía en mi corazón, evidenciada por los documentos adjuntos a esta narrativa. A la temprana edad de un año y siete meses, me sometí a una cirugía vital que, por cuestiones del destino, mis padres no tenían los recursos para costear. Fue entonces cuando un ángel en forma de persona de negocios, que coincidentemente dirigía una fundación con el mismo propósito de ayudar, intervino para salvar mi vida. Su generosidad no solo financió la operación, sino que marcó un hito en mi lucha por la supervivencia. Aunque la intervención dejó secuelas, como la parálisis cerebral debido a la insuficiente oxigenación cerebral, he logrado sobreponerme a las expectativas, caminando como cualquier otra persona. Las cicatrices, tanto físicas como emocionales, son testigos silenciosos de mi batalla continua.
Mi lucha, sin embargo, se extiende más allá de lo físico. Me enfrento a una adversidad económica implacable. A pesar de mi esfuerzo y dedicación, mis ahorros se quedan cortos frente a las necesidades médicas que aún enfrento. Mi familia, sumida en sus propios desafíos y prejuicios, no ha podido brindarme el apoyo que tanto necesito. La asistencia que recibo del gobierno, aunque esencial, apenas cubre las necesidades más básicas, y en ocasiones ha sido desviada por aquellos en quienes más confiaba.
Refugiado temporalmente en la casa de mis abuelos, he encontrado un poco de paz. No obstante, este santuario no está libre de tormentas, marcado por momentos de maltrato psicológico y un sentimiento de rechazo que parece crecer con el tiempo. Mi familia, agobiada y tal vez fatigada, me ve más como una carga que como un ser querido. Esta percepción solo alimenta mi deseo de independencia, de construir un futuro donde mi presencia sea una fuente de alegría, tanto para mí como para aquellos a mi alrededor.
Anhelo liberarme de las cadenas de desesperanza, encontrar mi propio camino y descubrir la felicidad, incluso si esto significa estar solo. Aspiro a un mañana donde pueda vivir en paz, sin ser visto como una molestia.
Agradezco desde lo más profundo de mi corazón cualquier apoyo que puedan brindarme en este viaje. Adjunto evidencia de mi continua lucha: la cicatriz de aquella operación inicial, un recordatorio permanente del regalo de la vida que me fue otorgado por la generosidad de una persona de negocios altruista, y documentos médicos que detallan mi condición.
Gracias por escuchar mi historia. Con esperanza, busco en la comunidad una luz que ilumine este camino, llevándome hacia un futuro lleno de posibilidades y paz.
Mi nombre es Juan Gonzalez Uribe, 25 años y vivo en Mexico , en la Ciudad De Mexico. Como dije esa es mi historia y tengo pruebas de la veracidad de esto.
Tengo mi cicatriz de la primer cirugía cuando era un bebe y documentos de mi enfermedad del corazon que es una cardiopatía.
Mi número de Cuenta CLABE en mi banco BanCoppel es 137180104957689755
Numero de mi cuenta de ahorro es 4169 1614 2506 8854
De Stori es 646180402302181224
De Bitso es 710969000033317450
De Bitso Tether USD -Red Tron (TRC-20):
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